Vamos por ahí en la calle, en nuestras casas, en el trabajo, en infinidad de lugares
que frecuentamos a diario, fingiendo que somos los mismos; engañamos a nuestros padres a nuestros hermanos, nuestras esposas,
amigos y hasta a nosotros mismos, diciéndonos que por ocupar siempre la misma maquinaria como cuerpo somos el de ayer.
¿Qué nos hace pensar que por tener el mismo colchón, el mismo refrigerador o el mismo auto somos iguales a estos aparatos?
No nos hemos dado cuenta que tenemos algo que nos diferencia de las cosas, esa cosa cambiante.
Hoy amo a mi pareja, pero mañana le tendré más afaecto a mis amigos, hoy me interesa la poesía, hace un mes no pensaba
en otra cosa que no fuera la música, Estoy escribiendo, la próxima semana sólo tendré ganas quizás de hacer
fotografías, Hoy leíste ésto, pensarás en él mañana por la mañana.
(Es por eso que hasta aquí se queda esta entrada, porque empecé a escribir una semana antes, de cuando la quise publicar, y
ya no puedo hacerle ni una corrección, porque el verdadero, autor ya escapó de lo que ahora soy Yo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario